Foto principal de Taco Ekkel
Según el calendario lunar, y como marca la tradición, en breves estaremos ante la semana grande de Málaga, la semana de pasión. Declarada de Interés Turístico Internacional, es un evento religioso, social y cultural que no dejará indiferente a nadie.
La Semana Santa de Málaga entra conquistando los sentidos: desde olores a azahar y primavera, hasta al incienso que acompaña a las procesiones. Los malagueños viven la Semana Santa con alegría, aplaudiendo y piropeando a la Virgen, cantando y tirando pétalos desde diferentes balcones.
Durante toda una semana por las calles estrechas de la ciudad, entre el bullicio de la gente y el ruido de los tambores, se pasean los tronos de anchuras gigantescas, mecidos como barcas de pescadores por los “hombres de trono” (los porteadores, más conocidos como costaleros en el resto de provincias).
Además, acompañando a los tronos, veremos a las mujeres que lloran la muerte de Cristo vestidas de luto, a los nazarenos portando las velas y a los “penitentes” (personas que acompañan al trono para pagar alguna promesa o penitencia).
Foto de Hernán Piñera
Uno de los momentos más estremecedores y bonitos de la Semana Santa se produce cuando durante la marcha, la procesión se detiene, se hace el silencio y de uno de los balcones se oye a una persona entonar una Saeta.
El Domingo de Ramos, en la capital salen las procesiones, como “La Pollinica” con las palmas y acompañada de los más pequeños, La Salud, o El Huerto con su gran olivo de verdad.
El Lunes Santo no debéis perderos la procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo, “el Señor de Málaga” con su túnica de seda blanca, que se mueve al paso y da la sensación que camina junto a los miles de nazarenos y penitentes que siempre le acompañan, su cara y sus manos atadas hacen que la gente se emocione y piropee al verle.
El lunes también salen los gitanos, cantando, bailando y coreando al “Moreno”, una estampa muy pintoresca, como también lo es estar en la plaza del obispo escuchando el “gaudeamus igitur” de la cofradía de los estudiantes.
El Martes Santo se puede comenzar el día degustando un limón “cascarúo”, es tradición en la ciudad comprar limones por la calle, pelarlos, trocearlos y degustarlos con un poco de sal para equilibrar la acidez. ¿Os atrevéis? Después ya estaremos listos para ver a la novia de Málaga, la Virgen del Rocío. Otras procesiones de interés son la de Sentencia, Estrella, Rescate, Nueva Esperanza y La Virgen de las Penas, que dejará un rastro de olor de su manto elaborado con flores naturales.
Prozession Jesús de la Sentencia – Foto de Leo Hidalgo
El Miércoles es mágico con la procesión “El Rico”, que libera un preso sin delito de sangre y sale acompañado del cuerpo nacional de policía y la Virgen del Amor. Puede que coincida con algún actor famoso por las calles junto a Fusionadas o La Paloma. En la madrugada sale el Cristo de la Expiración, que os dejará sin palabras, la calle parece oscurecerse para que pasen los dos tronos acompañados de un elegantísimo cortejo
El Jueves hay que tener paciencia ya que son muchas y multitudinarias las procesiones: La Zamarrilla, famosa por la leyenda del bandolero y su rosa roja, los legionarios que acompaña con sus cánticos y maniobras al Cristo de Mena y la Virgen de la Soledad. El “chiquito”, con su trono malagueño de “carrete”, “Esperanza”, el más grande y pesado, impresionante pisando el romero oloroso por las calles.
En Viernes de recogida, con tronos más serios, la luna llena acompaña a “Descendimiento”, “Piedad”, “Sepulcro”, con su marcha fúnebre y a “Servitas” cuya Virgen marcha sola, vestida de negro apagando las luces por dónde camina.
El fin de semana se descansa hasta el Domingo de Resurrección, es el momento de salir a disfrutar de la noche en Puerto Marina o visitar otros pueblos de la provincia.
No se puede hablar de tradiciones sin hablar de la gastronomía, además de degustar las riquísimas torrijas de “Aparicio” y beber un vinito dulce en “El Pimpi” podréis encontrar gran variedad de restaurantes y cafeterías a lo largo de la costa donde seréis conquistado por el “pescaíto frito”, los boquerones, el adobo y los famosos espetos de sardinas.
Torrijas – foto de Tnarik Innael
Si decidís pasar los días cerca de la costa, en in Benalmádena tendréis la oportunidad de asistir a su semana santa en vivo, donde se hace la recreación de los últimos días de Jesús por la gente del pueblo.